El desafío de Chile para el 2019

El escenario externo complica el desempeño económico del país, debido a la situación que enfrentan este año los principales socios comerciales.
“Estamos en un contexto internacional más complejo, un contexto en el cual sistemáticamente las proyecciones de la economía mundial han ido a la baja y eso nos pone mayores exigencias para nuestro país”, dijo el ministro de Hacienda, Felipe Larraín en el seminario Nuevos vientos de la economía realizado a principios de marzo por la Universidad del Desarrollo y Sofofa.
El aumento de la incertidumbre económica mundial, que se encuentra en su mayor nivel en diez años tampoco ayuda. Por otra parte, para los principales socios comerciales del país se espera que EEUU pierda el impulso con el retiro del estímulo fiscal y el ritmo de desaceleración de China sea mayor al anticipado.
Así, China pasará de 6,6% en 2018 a 6,4 – 6,2% este año, mientras que la zona euro de 1,9% el año pasado a 1,3% el presente ejercicio.

Pese a que “el partido se juega principalmente en casa”, el “viento en contra” complica el desempeño económico del país. Pero hay optimismo. En 2018 Chile creció más que la economía mundial (superándola en el orden de medio punto), sumado a que el crecimiento registrado anteriormente era de 1,5%.
Según Larraín, van a hacer todo el esfuerzo para que la economía mantenga el dinamismo. “En 2019 el objetivo es que el crecimiento de Chile vuelva a superar el crecimiento mundial”, señaló.
En ese sentido, el crecimiento de la economía mundial es considerado un benchmarck muy importante.
De acuerdo con la publicación del Banco Mundial (BM), Global Economic Prospects, este año se proyecta que el crecimiento económico mundial se reduzca a 2,9%. “Los riesgos al crecimiento se han acentuado, ya que las presiones financieras y las tensiones comerciales pueden aumentar, afectando negativamente la actividad económica mundial”, explicó la entidad.
Para Chile, el crecimiento estimado por el BM este 2019 es de 3,5%. Una meta que el país se debe prepara para cumplir, con “viento en contra”, pero al mismo tiempo con optimismo.