En el mundo de la salud, cada detalle importa. Y aunque parezca que todo está bajo control, hay un aspecto crítico que, en Chile, sigue siendo un secreto a voces: el traslado inadecuado de productos de higiene clasificados bajo normativa farma.
DEEPFLY, empresa especializada en la comercialización de artículos de limpieza para instituciones de salud, ha levantado la voz sobre esta realidad que aún no cuenta con una regulación clara en el país. Pese a que se trata de insumos esenciales para la prevención de infecciones nosocomiales —como el jabón de clorhexidina al 2% y el alcohol gel antiséptico al 70% de la marca Diversey—, muchas veces su transporte se realiza sin cumplir estándares mínimos de trazabilidad ni condiciones de resguardo.
¿Por qué debería importarnos?
Cuando hablamos de productos bajo normativa farma, no nos referimos solo a medicamentos. Hablamos también de productos de higiene que, por su composición y uso en contextos clínicos, pueden afectar directamente la salud de los pacientes si se almacenan o trasladan incorrectamente.
Por ejemplo:
- La clorhexidina al 2% pierde eficacia si se expone a temperaturas inadecuadas o si se contamina durante el proceso logístico.
- El alcohol gel puede evaporarse o alterarse en concentración si no se transporta en condiciones seguras, generando una falsa sensación de protección.
Farmacovigilancia no es solo un concepto técnico
Más allá de las definiciones, la farmacovigilancia es una responsabilidad compartida. Implica no solo monitorear reacciones adversas, sino también asegurar que los productos lleguen al punto de uso en óptimas condiciones. Esto también requiere que las instituciones consideren que los envíos deben tomar el tiempo necesario y prudente, que muchas veces no se cumple en 24 horas.
En países donde existe regulación clara, el transporte de estos productos está a cargo de vehículos certificados: con control de temperatura, trazabilidad digital, protocolos de higiene y personal capacitado. En Chile, en cambio, aún es común ver productos farma transportados junto a artículos comunes de limpieza, sin ninguna diferenciación ni control.
¿Qué propone DEEPFLY?
Desde nuestra experiencia como proveedores de instituciones públicas y privadas, creemos que es momento de abrir la conversación sobre la regulación del transporte de productos de higiene hospitalaria. No se trata de burocracia, sino de prevención. Proteger la cadena de suministro es proteger al paciente.
Hoy, DEEPFLY opera bajo estándares voluntarios más exigentes que los requeridos localmente, priorizando vehículos certificados cuando se trata de productos farma. Pero necesitamos que este esfuerzo deje de ser la excepción y se transforme en norma.
¿Y tú? ¿Sabes en qué condiciones llegan tus productos de higiene?
