Comercio minorista se ve afectado por la contracción de ventas de autos nuevos

Si bien en enero las cifras del comercio minorista no fueron positivas, se espera que muestre mejoras más adelante.
La actividad minorista estuvo por debajo de las expectativas del mercado al comienzo de 2019, arrastrada a la baja por el consumo de bienes durables, informó hoy Itaú Análisis Económico.
Las ventas minoristas, incluyendo automóviles, no crecieron en doce meses (+1,6% en diciembre). Mientras tanto, el comercio mayorista continuó mostrando solidez, liderado por las ventas de materiales vinculados a la inversión.
Desde Itaú esperan que el IMACEC se desacelere hasta 2,4% en enero (2,6% en diciembre), lo que agrega riesgos a la baja para la proyección de crecimiento de este año.
La variación nula de las ventas minoristas, incluidos los vehículos, se debió principalmente a que las ventas de automóviles nuevos se contrajeron un 10,8% respecto al año pasado (+ 5,2% en diciembre), dato inesperado puesto que la ANAC mostró un crecimiento del 3% en las ventas de automóviles nuevos para enero. Otra fuente de debilidad fue la caída del 3,1% en las ventas en vestuario, explicó el banco.
En general, las ventas minoristas de bienes durables disminuyeron 3,3% (+3,5% en diciembre), la segunda contracción desde el inicio de 2016. Por otro lado, el consumo no durable aumentó un 1,0% (igual que en diciembre). Mientras tanto, las ventas de supermercados crecieron un 0,4% en dos meses, también en línea con el resultado de diciembre.
Según Itaú Análisis Económico, hacia adelante, la actividad del comercio mostraría alguna mejora. El índice de confianza empresarial Icare de febrero mostró que el componente minorista registró su tercer mes consecutivo de mejoras a 58,1 puntos (50 = neutral). A pesar de las ganancias en el margen, la confianza minorista se mantiene por debajo de los 61,5 puntos registrados en febrero del año pasado, el mayor registro para febrero desde 2011.
“Mientras tanto, el crecimiento del empleo ha mantenido una composición favorable, la inflación es baja, la política monetaria es expansiva y el peso chileno ha mostrado cierta recuperación. En general, la debilidad de la actividad a principios de año, junto con los riesgos externos aún elevados y la incertidumbre de la dinámica de la inflación, conducirían a un ciclo de normalización cauteloso por parte del Banco Central”, previeron los expertos.